Mis clases de iniciación musical están pensadas para niños, adolescentes o adultos que dan sus primeros pasos en el mundo de la música. El objetivo es despertar el amor por esta forma de arte desde el inicio, con una enseñanza lúdica, estructurada y sensible que sienta las bases para futuros estudios musicales.
Con más de 10 años de experiencia como maestro, he aprendido que los comienzos son fu...
Mis clases de iniciación musical están pensadas para niños, adolescentes o adultos que dan sus primeros pasos en el mundo de la música. El objetivo es despertar el amor por esta forma de arte desde el inicio, con una enseñanza lúdica, estructurada y sensible que sienta las bases para futuros estudios musicales.
Con más de 10 años de experiencia como maestro, he aprendido que los comienzos son fundamentales. Por eso, en esta etapa me enfoco en cultivar la escucha activa, el ritmo interno, la coordinación, la expresión libre y la curiosidad musical. Todo esto a través de juegos sonoros, ejercicios creativos, canto, lectura básica de partituras y movimientos corporales.
Cada clase es una invitación a descubrir: trabajamos canciones, dinámicas rítmicas, percusión corporal, ejercicios auditivos, reconocimiento de instrumentos y nociones sencillas de teoría musical. A medida que avanzamos, el alumno empieza a comprender los fundamentos que le permitirán más adelante aprender un instrumento, leer música o componer sus propias ideas.
La metodología se adapta a la edad, ritmo y personalidad de cada estudiante. En el caso de niños, incluyo actividades que fortalecen su atención, memoria, coordinación motriz y sensibilidad artística. En jóvenes o adultos, integro también un enfoque reflexivo para que comprendan desde el principio qué es la música, cómo se construye y qué papel puede jugar en sus vidas.
Mi prioridad es que el alumno se sienta feliz y motivado al aprender. El ambiente en clase es cálido, respetuoso y lleno de estímulos positivos, donde cada paso, por pequeño que sea, se celebra como un logro.
La iniciación musical no es sólo un comienzo: es una semilla. Y mi compromiso es cuidarla con paciencia, alegría y pasión.
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