¡Una profesora que no solo te enseña ajedrez, te impulsa a mejorar!
Es, en una palabra, extraordinaria.
Lo primero que impacta es su increíble energía y pasión por el juego. Cada clase con ella es una inyección de motivación; no solo aprendes, sino que terminas con unas ganas enormes de seguir practicando y explorando. Es una persona sumamente atenta y asertiva en su comunicación, lo que significa que explica los conceptos con una claridad absoluta y siempre sabe como hacer que las ideas complejas se entiendan fácilmente.
Pero donde realmente brilla es en su capacidad de diagnóstico. En muy poco tiempo, fue capaz de detectar los fallos específicos que venía lastrando en mi juego desde hacía tiempo. No se limita a enseñar teoría general; sus lecciones son personalizadas y atacan de lleno tus puntos débiles, convirtiéndolos en nuevas fortalezas.
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