Las ciencias son, en su esencia más pura, el arte de la admiración.
A lo largo de mi formación como ingeniero químico y mi vida como artista, he entendido que el miedo a las matemáticas, la física o la química no nace de la falta de capacidad del estudiante, sino de una desconexión profunda. Lamentablemente, la pedagogía tradicional en muchas instituciones se ha encargado de alejar a los seres h...
Las ciencias son, en su esencia más pura, el arte de la admiración.
A lo largo de mi formación como ingeniero químico y mi vida como artista, he entendido que el miedo a las matemáticas, la física o la química no nace de la falta de capacidad del estudiante, sino de una desconexión profunda. Lamentablemente, la pedagogía tradicional en muchas instituciones se ha encargado de alejar a los seres humanos del amor innato por explorar el mundo, convirtiendo lo fascinante en algo tedioso y mecánico.
Mi propósito es romper ese ciclo.
No veo las fórmulas como simples ecuaciones a resolver, sino como el lenguaje con el que se escriben las obras maestras de la naturaleza. Los entendimientos físico-químicos no son obstáculos académicos; son las herramientas que nos permiten descifrar la belleza de la realidad, desde el movimiento de los planetas hasta la reacción más íntima de nuestras células.
¿Qué te propongo? Busco reconectarte con el conocimiento desde el asombro. En mis clases, no solo buscaremos aprobar un examen, sino recuperar el sentido del aprendizaje. Quiero que veas la elegancia detrás de una integral y la magia lógica detrás de la estequiometría.
Mi metodología une el rigor de la Ingeniería Química con la sensibilidad de las Artes Visuales para transformar conceptos abstractos en imágenes claras y tangibles. Si sientes que el sistema educativo ha apagado tu curiosidad, permíteme ayudarte a encenderla de nuevo. Vamos a entender el mundo, no solo a memorizarlo.
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