A lo largo de los años hemos tratado de darle una causalidad a absolutamente todo lo que pasa en la naturaleza, hemos tratado de justificar los más pequeños detalles del desarrollo de la vida en formas hasta un tanto rebuscadas. Una de las preguntas que más escucho de mis alumnos comienza con un "Para qué sirve..." y usualmente me tomo un rato largo para revisar la misma.
¿Podemos hacernos esa pregunta con facilidad biológica y científica? Pues la pregunta "Para qué?" tiene una implicancia de creacion, es decir, requiere que el objeto al cual nos referimos con la misma haya sido creado para cumplir un fin. Una silla es creada para que nos sentemoes, un televisor para que lo veamos, pero... ¿Podemos decir con tanta facilidad que una población embrionaria fue "creada" para algo?
Parece que es una discusión más bien teológica por momentos, pero para los que consideramos a las ciencias como disciplinas que desde su fundación deben ser laicas chocamos constantemente contra éste tipo de cuestionamientos por parte de los alumnos. Los seres humanos necesitamos responder a éste tipo de preguntas...
¿Cómo he resuelto estas discusiones en mi vida docente? Pues lo más importante está en modificar la pregunta y de un "Para qué" reforzar la pregunta "Como?" ya que ésta última atrae un pensamiento hipotetico-deductivo y en última instancia científico. Es decir, no nos preguntamos más el para qué del riñón mesonefrico embrionario, si no el Como se formó, como interactúa con las poblaciones celulares aledañas y como afecta al desarrollo del embrión en su ausencia.
Así dejamos bien en claro que la evolución no "crea soluciones", solamente expone y mantiene a las que permiten a la especie sobrevivir... Y en última instancia no es más que azar.